Fue una llama, un incendio estilizado, en los años dos mil. Estaban en todas partes: adolescentes hipersensibles con el pelo en la cara y los ojos llenos de delineador. Sacar el corazón y verlo atravesado por una sensibilidad extrema. Era el emo, que no sólo era un estilo musical o una clica de la prepa: era un verdadero furor estético que involucró diseño y estilo callejero.
Emo is back. Y es que en realidad nunca se fue del todo. Bandas claves de la tendencia como Fall Out Boy o Paramore no dejaron de estar presentes en las playlists. Fall Out Boy en particular se ha mantenido muy activa, presente en festivales y sacando álbumes. El emo no murió, sólo se guardó un poquito.
Aquí en el blog de Innvictus te hemos hablado de tendencias históricas como el punk o el glam que no han dejado de ser influyentes. El emo es otro estilo presente y lleno de vida en las pasarelas del mundo… aunque la actitud emo es todo menos “llena de vida”.
El emo surgió a finales de los noventa como una evolución de la moda goth mezclada con el punk. Se caracteriza por usar prendas en tonos oscuros en contraste con el rojo, color clave del trend. Los emos originales pertenecen a un movimiento musical llamado “shoegazing”, el “mirarse los zapatos” porque se es demasiado introvertido, deprimido y sensible para alzar la vista y enfrentar al público. El dolor y la melancolía son la actitud 100% emo.
¿Cómo puedes hacer tuyo el emo veinte años después de su apogeo? La tendencia sigue viva precisamente porque es fácil de adoptar. La ropa, con elementos como camisetas de bandas punk con ripped jeans de tubo y Converse blancos, están en todas partes. Pero con su sobrevivencia también han llegado reinterpretaciones.
En la Fashion Week de Milán de 2023 se pudo ver la influencia del estilo en diversas pasarelas, como una propuesta para 2024. Los diseñadores callejeros abrazaron la propuesta y en 2024, aunque de manera marginal, puedes ver un resurgimiento emo por las ciudades del mundo.
El estilo “garçon” es el trademark del emo como tendencia andrógina, ha estado presente en las colecciones otoñales de Armani, mientras que Valentino ha propuesto un minimalismo en tonos oscuros con el negro predominante en el colorido de la casa.
El cabello lacio y negro con matices morados y rosados, perfectamente planchado sobre la frente, es emblemático del emo, pero en este nuevo brote emotístico los diseñadores de imagen han evolucionado el estilo para incorporar curls y tintes como el verde, rojo y azul elevado.
El emo es genderless, pero eso no significa que tu estilo debe ser plano y predecible. Para un giro femenino puedes usar faldas pequeñas como las que usan las bailarinas clásicas y detalles de encaje románticos o coquette sobre prendas de piel. Un look más masculino involucra pantalones de cuero y botas de trabajo.
Hay varias maneras de acercarse a la cultura emo. La mejor es la música. My Chemical Romance, Panic! At the Disco, The Rasmus y los ya mencionados Fall Out Boy deben estar presentes en tus playlists. Después de una buena sesión querrás ir por los delineadores más extremos y tener el más épico de las crisis existenciales.
