Cuando se llega a nuestra tienda flagship de Innvictus en Polanco (Avenida Homero 203), una instalación atractiva y arriesgada te recibe. Flores amarillas, azuladas, blancas: parecen venirse encima. Está llena de poder, son flores invencibles, victoriosas.
Es “Micelio”, la instalación floral que es parte del Festival Polanco en Flores, que se celebró el último fin de semana de abril, listos para recibir al calor de la temporada primavera/verano. “Micelio” parece surgir de las paredes de la fachada de Innvictus, posee la fuerza que nos distingue, nuestra personalidad sin filtros, atrevida y sin miedo a llamar la atención.
¡Pero ya hace calor!, nos dirán ustedes. Pues por eso: es la temporada de adornar todo con plantas en flor, cuidar los árboles, llenar el espacio con plantas. Todo eso ahuyenta el calor. Con esa conciencia ambiental el Festival Flores y Jardines de Polanco, también conocido como Polanco en Flores se inauguró con la participación de varias tiendas y edificios a lo largo de toda la colonia de Polanco y Hacienda de Los Morales, hasta llegar a Campo Marte, que por primera vez se une al festejo.
El tema de este año era el asombro por lo pequeño, los seres asombrosos que hacen posible la vida de las plantas (y de todos nosotros: sin plantas nomás no existiríamos). Por eso “Micelio” en Innvictus: un homenaje a los hongos, los unsung heroes del ciclo de la vida.
La idea del festival es proverbial: invitar a detenerse y oler las rosas. Desgraciadamente, no mucha gente lo hace. En estos días que ya huelen a medio año y vacaciones de verano, lo que rifa en las calles de Polanco, una zona de la Ciudad de México llena de tiendas y restaurantes, es la compra esperada, ansiada, deleitada. Y en ese ánimo, las marcas que participaron en el festival abrieron sus puertas, cada una con instalaciones que merecían detenerse a admirar antes de entrar en materia con las compras y las rebajas.
Por supuesto que hubo quien sí se tomaba las tardes del sábado-domingo con calmita, de paseo entre plantitas que refrescaban el ambiente (fue un fin de semana de 30 grados celsius a la sombra: los chilangos nos derretimos en ese punto de fusión) y quien iba de tienda en tienda, o a los restaurantes participantes, para tomar fotos y comparar jardines e instalaciones.
Muchos de los que recorrieron las calles de Polanco en Flores, sobre todo en las avenidas Presidente Masaryk, Horacio, una parte de Reforma y otra de Homero, se llevaron sorpresas agradables. En el caso de los que visitaron nuestra tienda en Homero no sólo se toparon con “Micelio”, también con piezas intervenidas por diversos artistas plásticos.
En el escaparate de Innvictus Polanco se pueden ver las obras de Ceci Santiago, cuya pieza principal es una gorra de los New York Yankees atravesada por colores arriesgados. El artista Guillermo Cháves va a contracorriente: su gorra es de los Boston Red Sox, adversarios clásicos de los Yankees, la principal rivalidad de la MLB.
Es una decisión interesante enfrentar ambos diseños: las posibilidades del significado deportivo viene a cuento porque los estilos de Santiago y Chávez son diferentes, pero complementarios. Mientras la primera usa mucho color y formas abstractas, el segundo prefiere la sobriedad con un estilo más cercano a la ilustración figurativa, casi un cómic en el que el artista rinde homenaje al México antiguo (ese que llaman precolombino, pero que está más vivo que la memoria de Cristóbal Colón). Hay elegancia en hacer paralelismos entre ambas intervenciones.
En Innvictus Polanco los curiosos se acercaron a “Micelio” (era imposible de ignorar, ocupaba toda la entrada a la tienda) porque fue una de las obras más trabajadas de todo el Festival Polanco en Flores. Word. Flores victoriosas, ¿qué mejor símbolo de Innvictus?
