Cada vez que aparece una pieza que parece ser del artista urbano Banksy (nadie sabe quién es Banksy, pero es de esos personajes que pertenece al club de los que sólo necesitan un nombre: Madonna, Cher, Napoleón, Jesús y Banksy) hay un montón de especulación. Todo mundo atento a la cuenta de Instagram del artista.
En cuanto pública las fotos de la pieza, el mundo del arte enloquece porque significa que acepta la “paternidad” del mural en cuestión. Ahora las obras de Banksy hasta son protegidas por las autoridades locales–¿les quita eso un poco de onda? ¿Banksy como un autor domado por el favor del sistema? Hmm.
Hace un par de semanas apareció una nueva pinta en un edificio abandonado en el barrio de Islington en Londres; un homenaje a un pobre árbol muerto en una triste esquina urbana que gracias al mural recupera algo de vida. Alrededor de las ramas cortadas del árbol, el artista dibujó un foliaje verde vivo y a su pie una persona con una pistola de pintura. El mensaje es claro, hasta un poco obvio: la naturaleza depende de que nosotros también la cuidemos. ¿Era un banksy?
Durante un par de días tuvo a todo mundo en las puntas de los pies preguntándose si el mural era un banksy o no; al menos tenía todo el estilo de Banksy. En cuanto el artista reconoció el mural, todo fue fiesta en Islington: el mural apareció, encantó y ya hasta lo vandalizaron.
¡Sí! En cuanto apareció el mural, las autoridades de seguridad y arte de la capital inglesa pusieron vallas alrededor, esperando que Banksy reconociera su autoría. ¿Ven? Les digo: ya los banksys son obras muy aceptadas y han perdido parte de su fuerza gracias a la fama, la publicidad y el amor que ya le muestra el establishment. Ahora un banksy cuesta millones de euros y hasta se los roban aunque estén puestos en muros hechos de cemento y tabiques.
Por eso ya hay artistas urbanos que buscan (¿qué? ¿fama, street cred, una forma de protesta?) vandalizar las obras de Banksy. Esta nueva obra en Islington ya apareció manchada de pintura blanca, como si le hubieran aventado cubetazos de pintura. Banksy busca protestar, los artistas urbanos protestan contra él: todo mundo protesta.
En fin, el nuevo mural ha sido aceptado con entusiasmo por la gente de Islington. El mensaje ha sido arrojado, el vandalismo aceptado y todos contentos.
Si quieres conocer todas las obras de Banksy y estar monitoreando sus nuevos murales, sólo tienes que entrar a su Instagram, cuya arroba no podría ser más obvia: @banksy.
