Todo fuera como eso: tener 16 años, jugar en el Barcelona (el mero Barcelona, el que juega en La Liga) y que adidas y Nike se peleen por patrocinarte. Es la historia de Lamine Yamal, el nuevo niño mimado de Adidas.
El joven jugador (¡un adolescente!) está llamado a convertirse como el nuevo referente del futbol español y el asunto no le ha pasado por encima de la cabeza a las grandes marcas deportivas. No, adidas ha clavado el gol de reclutarlo como su representante único en la liga española. Aunque comenzó su carrera usando unos Nike, en febrero se dio a conocer que Adidas ya lo consideraba su hombre fuerte en el futbol de la Primera División española.
¿Qué tacos usará Yamal? Los Adidas x Crazyfast Messi, el diseño exclusivo que la trifranja diseñó originalmente para Lionel Messi y que hoy forra los pies de Yamal para soñar con una nueva leyenda futbolística.
¿Pero es prematuro llamar a Yamal la nueva estrella del futbol mundial, sobre todo comparándolo y, ni más ni menos, destinado a llenar, literalmente, los pies de Lionel Messi? Pues miren: Lamine ya es el jugador más joven en anotar con la Selección española y se espera que con Barcelona se convierta en el titular que acompañe a Robert Lewandowski en la delantera de los blaugrana. El jugador lució en el juego de la Champions contra el Napoli, y llevó de la mano al Barcelona a los cuartos de final del torneo interclubes más importante del mundo.
Hace cuatro años que el decaído Barcelona–un equipo que no ha sabido recomponerse desde el final de la gran generación de Messi-Guardiola– no llegaba tan lejos en la Champions y Lamine ha sido pieza clave en este levantón. El zurdito Yamal es un golpe recio en la delantera y como jugador extraído directamente de La Masía (la cantera del Barcelona) se ha ganado a la tribuna y ha sido exaltado como la nueva joya española.
No sólo eso: Lamine es la cara más visible de la inmigración en España. Celebrarlo es rendir homenaje a la diversidad racial en una España que cada vez es más compleja étnicamente y cada vez más políticamente reaccionaria. Mientras los discursos públicos hablan de una nación unida bajo un mismo signo, la España real es esta de rostro moreno y padres inmigrantes. Por eso la opción de Adidas de ir por Lamine es culturalmente trascendente más allá de la frivolidad de la anécdota y el entusiasmo del sneakerverse.
¿Será que su destacar tenga alguna significancia social? Ojalá, porque al mundo le hacen falta referentes de lo diverso. Ojalá no le suceda como a Mesut Özil, el jugador alemán de origen turco que alguna vez declaró que mientras jugara bien con la camiseta teutona era alemán, “el resto del tiempo soy un turco”. El racismo europeo es así de cruel y patente.
Joven, rápido y un líder en la cancha. Lamine Yamal, el futbol del mundo te necesita.