Hay muchas cosas que se pueden decir de Kendrick Lamar, que es un genio, un quejumbroso, escandaloso de manera gratuita o simplemente el nuevo dios del hip hop. Si algo es cierto es que la carrera del nativo de Compton es una senda ascendente hacia el cielo de las leyendas del rap.
Sin avisar el golpe, Kendrick sacó un álbum de la nada, nos sorprendió porque Kendrick es un máster de la autopromoción (sólo hay que recordar su beef con Drake, un pleito que generó uno de los hits infecciosos del año). GNX se llama y cualquier cosa que te podamos decir se quedará corta. Es una bestia de producción, un ejemplo de cómo crear a partir de la nada una hoguera. Así como hubo un cambio de época en el hip hop cuando 2pac lanzó “All Eyez on Me” , 2024 será recordado como el año en que Kendrick apostó triple contra sencillo y simplemente le ganó a todas Las Vegas.
El viaje comienza con una voz mexicana, lo que resulta una sorpresa. Se trata de la cantante vernácula Deyra Barrera que al inicio del track one canta como quien se desangra: “Siento aquí tu presencia/ la noche de anoche/ y nos ponemos a llorar”. ¿Es el disco mexicano de Kendrick? La inclusión de Deyra no es accidental, los dos artistas dejaron su toque en cada una de las canciones en las que colaboran.
“Wacced Out Murals”, canción con la que abre el disco—con la voz de Deyra—, es un alarido. No detenerse ante ninguna tradición aunque reconociendo a los que vinieron antes que él, Kendrick se declara una bala de cañón. Ser un “n-gga” (disculpen la censura, pero en el blog de Innvictus creemos que esa palabreja denota racismo y un odio que no queremos replicar en modo alguno) es siempre algo más que una forma de estar, también es un peso histórico del cual el rapero se burla.
A lo largo de la tracklist Kendrick golpea y noquea. De GNX se puede decir que es un libro de poemas (hace falta una buena lectura de las líricas), pero a diferencia de una sesión de spoken word o de lectura de rimas en voz alta, el álbum es quizá el más pop de la carrera de Lamar. Está lleno de hooks que a trancazos se hacen dueños de los oídos y el cerebro de los que escuchamos. Nuestro track favorito para la playlist es “luther”, colaboración con SZA que es un verdadero flow que ya quisieran el 90% de los raperos de la historia. No se trata de un party rap—Kendrick se toma a sí mismo demasiado en serio como para “rebajarse” a ello—, pero sí una muestra de cómo el rap es la música pop con la que el mundo lleva bailando las últimas dos décadas.
Lo mejor de GNX es que es un álbum sin pretextos. Casi como si Kendrick transformará el agua en vino en una boda. Sólo hacer una pieza sorprendente de la nada. Lo disfrutarás mucho, como una de las mejores listas de canciones de rap que podrás escuchar en la historia del género.