Este año se cumplen cincuenta años de que Clive Campbell, un tal DJ Kool Herc, pusiera en una fiesta el primer beat de algo que sonaba tan raro que le pusieron el nombre de “rap”, un ritmo interno.
Sí, en 1972, Campbell inventó el rap, y la cultura que lo rodearía floreció de modo imparable, inesperado: nace un baile, una moda, una mística.
El hip hop, como se le llamaría a esa cultura, creció tanto que hoy es uno de los géneros que, junto con sus corrientes derivadas, desde el nü metal o el reguetón, hasta el gangsta rap y el sonido de la generación Soundcloud, domina el mainstream musical e impone tendencias tanto en las calles como en las pasarelas.
En los años que siguieron, el hip hop pasó por transformaciones.
Después de haber comenzado como música de fiesta, pronto fue adoptado como canto de guerra por la comunidad afroamericana; un espacio para cantar (rapear, pues) y denunciar el racismo, la pobreza y la violencia cotidiana.
Exponentes como Public Enemy, A Tribe Called Quest y NWA fueron fundamentales en ese contexto: unos con disidencia política, otros que les rapeaban al dinero, los que solo querían bailar y otros que se apropiaron de la cultura hip hop para vender discos malos (Ice ice baby, anyone?).
De reinvención en reinvención, el hip hop se convirtió en fuerza imparable.
Lo que nos lleva a una foto, una reunión histórica celebrada una tarde de otoño neoyorquino, el 29 de septiembre de 1998.
Este año la placa cumple 25 años. “A great day in hip hop” se llama la foto, tomada por el fotógrafo Gordon Parks para la revista XXL.
La imagen reúne a 177 artistas del hip hop y miembros notables de la comunidad hiphopera de los noventa.
Está el OG de todos, DJ Kool Herc.
Otros presentes: Debbie Harry (la frontwoman de Blondie; en su clásico “Rapture” se convirtió en la primera artista blanca en rapear en un álbum), Q-Tip, Mos Def, Busta Rhymes, No Comment.
Toda una reunión generacional, puros fundamentales.
A Tupac y Notorious B.I.G, las leyendas de esa generación, no les alcanzó la vida para aparecer.
La dirección de la foto es trascendente: 17 East 126th Street, Harlem.
¿Qué hay de importancia en el sitio?
Fue el mismo sitio, unas escaleras clásicas de los edificios de Nueva York, donde en 1958 se tomó “A great day in Harlem”, fotografía que inmortalizó a los de por sí inmortales músicos de la era del jazz.
Su importancia es vasta, se le han rendido homenajes en diversos países y contextos, pero “A great day in hip hop” es sin duda el más importante.
De un grupo de pioneros a otro. Cuarenta años en medio: un movimiento de derechos civiles, la pandemia de las drogas y cambios sociales que se tardaron (y se tardan todavía) en llegar.
En Innvictus recordamos a todos nuestros OG, los que llevan en su piel la moda urbana y que hoy son los creadores de los himnos que nos acompañan a todas partes.