La pandemia nos dejó ondas contradictorias. Por un lado, miedo y tristeza, aburrimiento y ansiedad. Y, ojo, también creatividad y valentía. La resiliencia humana es admirable. Y como prueba de que eso es cierto, durante la pandemia varios fans latinoamericanos de la música decidieron hacer un homenaje a los sonidos de nuestra región. A partir de posts de Twitter (hoy X) y la participación de cientos de personas en esa red social, se escogieron los 100 mejores discos de Latinoamérica. De hip hop al bolero, del jazz al rock, la lista estaba llena de vibes diversas, un mural de la abundancia que caracteriza a Latinoamérica. Y es que eso es esta región nuestra: vibra, grito, arrullo, locura y belleza.
Con el entusiasmo que generó el recuento, los organizadores decidieron alargar y ampliar la búsqueda: ¿cuáles serían los 600 discos definitivos de Latam entre 1920 y 2022? Los periodistas y melómanos José Luis Mercado, José Juan Zapata, Eduardo Rodríguez, Felipe Figueroa y Jorge Cárcamo se juntaron para hacer una selección de esos 600 discos que fuera más allá de lo de siempre y juntara la historia musical de Latinoamérica en una playlist casi inacabable.
Hay de todo en la lista y repasarla une generaciones. Está la trova que seguro escucharon tus padres y los tríos que acompañaron el romance de tus abuelos. Revisemos algunos de los discos mexicanos que llegaron a la lista final.
Re, de Café Tacvba, llegó al top tres. Y cómo no, es uno de los álbumes más influyentes del rock latino. Con canciones como “Las flores”, “El baile y el salón” y la multitocada “La ingrata” (hoy controversial porque se le considera misógina), Re es un disco largo que se va en un suspiro. Lleno de pop y referencias a la música tradicional mexicana, es la producción con la que Café Tacvba dejó su marca en el sonido de todo el continente.
Hasta la raíz, de Natalia Lafourcade. La Lafourcade ha hecho lo que ha querido con su carrera y esa rebeldía ecléctica la ha convertido en un beacon del pop internacional. ¿Pop? Su discografía ya está más allá de los géneros, es toda una exploración de sonidos que reflejan el espíritu libre de Natalia. Hasta la raíz es el álbum con el que se estableció en el oído internacional. El track epónimo, “Hasta la raíz”, es un homenaje a su Veracruz natal; una combinación de pop y jarana que se ha convertido en un himno de amor: amor a la tierra, a la familia, a tu significant other. Lafourcade ha expresado varias veces que no es una canción romántica, pero sin duda es una canción de amor.
El silencio, Caifanes. Este álbum hizo época. En los setenta y ochenta los conciertos eran algo raro en México, las autoridades consideraban que las grandes concentraciones de jóvenes eufóricos eran peligrosas (material y políticamente peligrosas). Como el rock es incontrolable, la banda creó los hoyos fonquis y los toquines callejeros para oír música en bola. Y en medio de esa escena estaban los Caifanes. Con El silencio, la banda fue de las pioneras que abrió el panorama del rock mexicano en los grandes escenarios. El álbum dio la bienvenida a los años noventa y la apertura a los conciertos masivos y a lo que se conocería como el nuevo rock mexicano. El himno “No dejes que” es el corazón del álbum, pero la tracklist incluye grandes canciones como “Piedra”, “Nubes” y “El comunicador”.
Bueninvento, Julieta Venegas. Hablando del rock alternativo mexicano, la escena, que durante mucho tiempo había sido muy masculina, a principios de nuestro siglo comenzó a transformarse. Varias estrellas femeninas se vieron en el centro de la tarima: Denise Gutiérrez de Hello, Seahorse!, Denisse Guerrero de Belanova, y las solistas Carla Morrison y Ximena Sariñana fueron algunas de las voces emergentes que nos llenaron las orejas. Su éxito no puede entenderse sin dos pioneras: Rita Guerrero de Santa Sabina y la inigualable Julieta Venegas. Bueninvento fue el álbum con el que Julieta hizo su declaración de principios: mucho rock, pero también un sonido pop infeccioso y experimentación con géneros varios como las texturas triphop de varios de los tracks. La canción clave: “Sería feliz”, hitazo que inmediatamente transporta a la infancia millennial y que sigue sonando como un must del rock contemporáneo.
Otras bandas aparecen en la lista de los 600 discos de Latam: la avanzada regia con los hiphoperos Control Machete, el ska de La maldita vecindad y la provocación malhablada de Molotov.
Pero la selección sirve para salirse de los géneros “juveniles”: es un deleite escuchar a Javier Solís, el rey del bolero ranchero; el en vivo en Bellas Artes de Juan Gabriel; las baladas de Luis Miguel, o los sonidos vallenateros/cumbieros de Celso Piña. Nuestras vibes latinas son incontrolables y riquísimas, tan diversas como lo son nuestras naciones, tan hermanas como son nuestras lenguas romances.
Para consultar la lista completa: 600discoslatam.com