Si algo hemos de reconocerles al hip hop y el reguetón, es que gracias a ellos la moda de la personalización (o customización, pues) no ha desaparecido del mapa del arte urbano.
Con la personalización, los artistas urbanos llevan piezas únicas: ninguna se parece a la anterior.
Como los hippies en los sesenta y punks en los setenta/ochenta, hoy el estilo urbano hace una verdadera declaración en cada pieza.
La personalización de la moda es parte del movimiento bespoke, que significa “lo hecho a la medida”, que abarca desde la tecnología hasta la ropa que llevamos todos los días.
El término viene de la sastrería más tradicional, esa que parece sacada del cine en la que los personajes más OG, onda un jefe de la mafia o un ejecutivo inalcanzable, iban a la tienda de trajes para que se los hicieran y portaran sólo ellos.
Desde que la escena hip hop se volvió más sofisticada, la moda bespoke volvió a ser cool. Si bien muchos artistas del hip hop optan por piezas deportivas, otros acompañan cada look con joyería y accesorios hechos a la medida.
Raperos como A$ap Rocky nunca aparecen en escena sin esos accesorios hechos sólo para él.
La personalización no sólo es stand fashionista, también es una declaración política del no waste, pues el chiste de los bespoke y personalizado es que la industria se vuelva más sustentable, pues no se desperdicia ninguna prenda.
A esa pieza que parece que ya vio sus mejores épocas tú la intervienes con detalles inesperados, le metes diseño y la haces única, irrepetible.
La onda personalizada se sale de los modos tradicionales de la industria de la moda, va más allá de lo establecido. No se produce en las fábricas deprimentes que hacen prendas de producción masiva, cada una idéntica a la siguiente, no: la gracia de la personalización es que nada se repite.
Una vez que existe una pieza, that’s it.
Artistas como David Bowie hicieron de los custom parte infaltable de su clóset. Bowie no partía de lo tradicional nunca, si un vestido de alta costura le parecía bello, lo transformaba en algo irrepetible con su sello propio.
Un verdadero style icon a lo Bowie, no teme diseñar él mismo su modo de vestir, de eso se trata el estilo.
Bowie ha sido retomado por toda una generación de artistas urbanos como Drake y Kanye.
Hoy hay artistas que visten verdaderas obras de arte, hechas para que sólo ellas puedan usarlas. Una experta en hacer suya una pieza es Rosalía, que establece en cada aparición en público, una forma propia de andar.
Nunca verás a Rosalía usando moda genérica.
Pero la personalización de la moda no se trata únicamente de copiar el estilo de los front-rowers, las pasarelas y las grandes firmas, ni de escoger los outfits de las listas de los mejores vestidos.
El asunto es el triunfo de tu identidad. Intervenir piezas es algo que los grandes artistas han hecho desde siempre.
Es ahora tu turno de abandonar los caminos más conocidos y dejar fluir tu identidad.
