A LeBron James le encanta el Halloween. A inicio de Starting 5, la serie de Netflix que documenta la vida diaria de cinco súper estrellas de la NBA, LeBron aparece con ropa de carácter: se disfraza de Beetlejuice. Un Beetlejuice gigante, afro y multimillonario. Resulta que el jugador de los Lakers es un fan from Hell del cine de terror desde que era niño. Ama a Freddy Krueger, Mike Myers y Jason, la triada de psicópatas clásicos del cine. Narra LeBron la vez que un primo suyo se disfrazó de Freddy y el pobre LeBron, que regresaba de la primaria, al verlo se desmayó. Pues sí, a LeBron le gusta que lo asusten. Go figure.
Starting 5 está llena de ese tipo de datos personales y acercamientos a jugadores que sudan la duela, de los que admiramos su juego pero que no necesariamente conocemos bien. La serie documental sigue, junto a LeBron, a otros cuatro jugadores: Anthony “Ant-Man” Edwards, Jimmy Butler, Domantas Sabonis y Jayson Tatum.
Sí, parece que lo sabemos todo de la NBA: todas sus estadísticas y sus patrocinadores, su estilo de moda y sus sneakers. Pero, ¿qué sabemos de su disciplina e inseguridades, de sus pasiones fuera de la cancha ? La serie nos da un acceso íntimo a la vida de estos cinco jugadores que hacen definitivo el básquetbol contemporáneo.
Anthony Edwards es un apasionado de los videojuegos, hasta en la cena de Día de gracias con su familia simplemente no puede despegarse de Call of Duty. Domantas Sabonis es un tipo intimidante en la cancha, en la vida diaria es un cuate tímido al que le costó vida y media conquistar a su esposa (y eso que a ella le gustaba mucho él). Jayson Tatum sólo se relaciona con su padre a través del básquet. La pasión principal de Jimmy Butler no son los hoops: “El mejor jugador de dominó del mundo… soy yo” dice, and he means it.
Starting 5 es un documental divertido pero no indispensable. La serie de diez episodios se pasa rápido pero uno se queda con preguntas relacionadas con el juego: no es la mejor entrada a la NBA para un fan nuevo.
Sin embargo, la serie es una fuente de trivia y anécdotas. Finalmente, los fans también quieren eso: sentir que las estrellas también sufren.