Es fácil subestimar a las estrellas pop. Nos sale a todos nuestro hipster dictador interno: si es famoso seguro es estúpido, vano e irrelevante. Las celebridades suelen corresponder al prejuicio. Ya se sabe que los estereotipos tienen un corazón de verdad y la mayoría de los famosos son de lo más desechables, pero siempre existe el garbanzo de a libra que rompe la receta. Una garbanzota así es Dua Lipa.
Dua ha sido fearless. No ha dudado en tomar postura política en el conflicto en Medio Oriente (y tomó el bando de Palestina, el más arriesgado), ni ha dejado de opinar respecto a las políticas del cuerpo para las mujeres en el showbiz. No, Dua Lipa no tiene miedo a ser inteligente y no pide disculpas por tener compromisos ideológicos, algo completamente extraordinario en un mundillo en el que las celebridades suelen comportarse políticamente correctas y tibias ante el gran público.
Con ese ánimo temerario Dua Lipa fundó Service95 en 2022, un espacio para pensar. Sí, pensar: no consumir, no hacerse cada vez más famosa por ser guapa. No, Dua creó Service95 precisamente como un servicio para el público (y no sólo SU público) no siempre se ve representado en el mainstream.
En Service95 se pueden encontrar artículos sobre moda y estilo, pero también sobre activismo y literatura. Y todo tiene un enfoque cool sin estupidizar el contenido: no se subestima al público. No hay condescendencia ni aleccionamiento, que sería una tentación: “Vengan, los educaré”. No, no hay esa actitud pedante, sino un ánimo de conversar y compartir. Los fans de Dua Lipa son millennials y gen-z, dos camadas especialmente politizadas, y la cantante-actriz-modelo-role-model no duda en pulsar los botones levantiscos de ese público. Pero, de nuevo, no se trata de apelar sólo a ese público joven y con entrevistas a personajes de diversas generaciones invita a la conversación entre diversas perspectivas. Romper el generational gap como manifiesto político y estético. Y como una invitación a hacer mezclas de ideas locas y divertidas.
Los temas de Service95 pueden parecer muy wokes, pero el enfoque no se queda en el “cáeme bien”. Por ejemplo: en los primeros días de octubre, uno de los artículos titulares del sitio va sobre empresas de cosméticos que son “black-owned”—¿por qué debería importarnos quién es dueño de las empresas que hacen lo que consumimos? Pues porque la industria de la belleza ha impuesto históricamente identidades hegemónicas; ha llegado la hora que se hable de que hay coolness en la diversidad. En Service95 la identidad cuenta—. Todo se trata de tener empatía, abrirse a experiencias que no siempre son amplificadas en las primeras planas de los mass media que usualmente cubren a las celebridades grandes como Lipa.
El corazón del sitio es el book club de Dua. Cada mes la cantante escoge un libro que será comentado en una reseña breve que puede ser acompañada de una charla con el autor@. Pero el asunto no se queda ahí: Dua crea un montón de contenido relacionado con su lectura que incluye una playlist, un episodio de podcast, una investigación histórica breve y ligera pero no superficial que da contexto al libro y una serie de recomendaciones al estilo “si esto te gustó, chance y te guste esto otro”.
Sin duda llama la atención que Service95 sea tan amigable aun cuando su discurso no sea sencillo. Con el sitio Dua Lipa se pone en la línea de fuego cruzado de las culture wars—esos contrapunteos que suelen dividir las conversaciones de todos los días tanto en los medios como en la vida real de las redes y las interacciones cotidianas en el meat world—y con el pecho a las balas propone una agenda cultural que va más allá de los hits, los views y los premios. Si te da curiosidad, acá hay que entrar: service95.com